Globalización y derecho o
autodeterminación de los pueblos
Cuando
se habla de globalización y derecho, se entiende por globalización al proceso de desnacionalización de los
mercados, las leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos
por el bien común. En este contexto se analizara la globalización en contraste
con la autodeterminación de los pueblos. La
autodeterminación de los pueblos consiste en el derecho de un pueblo a
decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico,
social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de
acuerdo con el principio de igualdad; este derecho ha sido planteado en
documentos como la carta de la ONU y varios tratados internacionales sobre
derechos humanos.
La
globalización como proceso de integración tiende a integrar tanto economías
como culturas, de allí es de donde nace el derecho a la autodeterminación de
los pueblos en el contexto de la protección de la cultura de cada uno de los
Estados. Con la internacionalización de los mercados se crea una forma regular
dichos procesos dentro del contexto internacional, puesto que no es posible
manejarlo con un derecho interno. En cuanto a las leyes se establecen
comunidades de Estados que adoptan tratados internacionales, los más comunes
son los que contienen normas sobre derechos humanos. De allí nace el sistema
interamericano de derechos humanos, en un contexto regional, es decir en
América. En relación con los mercados y las leyes los Estados crean tratados de
libre comercio, sobre lo cual se trata de mejorar la economía de cada Estado
con base en los beneficios arancelarios.
La política es el más mezquino de los
comercios, en la actualidad parece que los Estados Unidos gobiernan América, es
más el señor Obama no es el presidente de su país es el presidente de América.
No se por qué los colombianos tenemos la
tendencia retrograda de venerar a los estadounidenses como si fueran dioses.
Bien lo dijo el maestro, escritor y filósofo colombiano Fernando vallejo,
“Colombia es a Estados Unidos, lo que es el choco a Antioquia, el patio trasero
dónde sacan a pasear el perro”. Donde está el derecho que tenemos los
colombianos de darnos nuestra propia identidad, de gobernar a nuestro modo y de
ser nosotros mismos, porque tengo que saber inglés para poder conseguir un
trabajo mal pago en Colombia, eso está bien en el exterior, pero en mi país
jamás. Fuera de todo esto, como es posible que un militar de otro país, venga a
Colombia a instaurar sus bases, eso es una completa violación a la soberanía,
eso es creernos incapaces de custodiar nuestro propio territorio.
Desde
este punto de vista me pregunto ¿dónde queda el bien común que busca la
globalización del derecho? Hay que reconocer que los avances en materia de
derechos humanos dentro de la globalización del derecho es uno de los avances
más significativos a la hora de proteger a la persona, pero donde quedan los
demás derechos como la autodeterminación de los pueblos. Hasta donde se puede
permitir el mundo que sigan desapareciendo tribus indígenas, hasta donde nos
permitimos abandonar nuestras creencias por acoger otras y hasta donde debemos
rescatar algunas costumbres antiguas que se han ido perdiendo.
La
autodeterminación de los pueblos implica obligaciones erga omnes para los
Estados que han ratificado diferentes tratados internacionales, es posible que
el Estado colombiano este incumpliendo dichas obligaciones, ya que está
permitiendo el saqueo de nuestras costumbres mediante políticas orientadas a
cumplir con un TLC defectuoso.
A
continuación voy a citar el preámbulo de la constitución de Bolivia, como base
del derecho interno de dicho país.
PREÁMBULO
En
tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron
lagos. Nuestra amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles
se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con
rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de
todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos
nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde
los funestos tiempos de la colonia.
El
pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia,
inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en
la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas
indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las
luchas por la tierra y territorio, y con la memoria de nuestros mártires,
construimos un nuevo Estado.
Un
Estado basado en el respeto e igualdad entre todos, con principios de
soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la
distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda
del vivir bien; con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica,
política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva
con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos.
Dejamos
en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto
histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho
Plurinacional Comunitario, que integra y articula los propósitos de avanzar
hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz,
comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación de los
pueblos.
Nosotros,
mujeres y hombres, a través de la Asamblea Constituyente y con el poder
originario del pueblo, manifestamos nuestro compromiso con la unidad e
integridad del país.
Cumpliendo
el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias
a Dios, refundamos Bolivia.
Honor
y gloria a los mártires de la gesta constituyente y liberadora, que han hecho
posible esta nueva historia.
Como
se darán cuenta el Estado de Bolivia garantiza desde su constitución la
pluralidad de sus pueblos, buscando respetar a cada una de las personas con
base en la autodeterminación de los pueblos, Bolivia es un Estado al que no le
da miedo hablar de pachamama en un mundo tan tecnológico como el de hoy, es un
pueblo al que no le da miedo tratar de fundar s propio gobierno, su propia
economía y sobre todo su propia cultura. Desde luego que Bolivia no es el único
país que invoca dichos principios en su constitución, tenemos el caso de ecuador,
el cual reconoce sus raíces y aún tienen palabras indígenas, esas mismas
palabras que se escribieron y se hablaron en nuestro país.
No
sé si mis palabras de las lleva el tiempo, no sé si parezco anticuado, lo único
que sé es que yo no quiero convertirme en una combinación de culturas, no
quiero que mis compatriotas adoptan formas de vida de uno y otro lado.
Rescatemos la identidad colombiana que perdimos hace más de 500 años y sobre
todo jamás vuelvan a venerar a un extranjero es tan humano como ustedes y yo.
“El
problema de los colombianos es que no tenemos una conciencia colectiva. Tenemos
una posición cómoda e individual ante la vida”, Jaime Garzón
Jorge Villalobos