miércoles, 24 de abril de 2013


La igualdad en la injusticia


Hace un tiempo estuve  presente en un debate sobre la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, en su momento no quise opinar sobre el tema, ahora que ha pasado el tiempo considero que es hora de escribir, tal vez no sobre el tema en concreto, pero si sobre el homosexualismo y la desigualdad. En el día de hoy se le dio la negativa al proyecto de ley sobre el mal llamado “matrimonio gay”, impulsado por el senador Benedetti, en el senado de la república se fundamentó la decisión en que como se propuso matrimonio esto daría lugar a la adopción de niños por parte de dichas parejas. Es un tanto irónico hablar de la adopción en estos términos, si en Colombia no se respeta aún la unión conyugal de dos hombres o dos mujeres; es increíble como en Colombia los sacerdotes se oponen a este tipos de iniciativas y ni siquiera aparecen en la reforma a la salud o la caída reforma a la educación superior, la iglesia católica en Colombia no es más que una meretriz engañosa al servicio del mejor postor, aquella maquina retrograda que niega derechos a cambio de continuar con su imperio económico, aquella que soborna senadores para cumplir con sus ideas retrogradas, aquella que tiene su más  fiel devoto en la procuraduría general de la nación; ese simio burócrata de Alejandro Ordoñez no es más que un tropiezo para el avance de la sociedad colombiana. Por personas como el obispo, el procurador y uno que otro sacerdote este país sigue pensando que la homosexualidad es una enfermedad del demonio, la cual hay que erradicar a todo costa.

Para que en este país se dé un verdadero debate sobre el tema en cuestión hay que eliminar cualquier rastro religioso, ya que este no es más que una piedra en el zapato para un debate académico. Yo no escribo para defender a la comunidad LGBT simplemente abogo por la eliminación de cualquier forma de desigualdad. El debate es amplio en cuanto a la adopción, puesto que la misma involucra el futuro de un nuevo ser humano, mientras que el matrimonio o la sociedad conyugal como la quiera llamar el honorable congreso de la república no tienes puntos de discusión puesto que esta solo involucra a dos personas conscientes de su orientación sexual.

En términos de la adopción es necesario que en Colombia se haga un estudio del tema con calidad y objetividad, en ese sentido ese estudio debe estar compuesto por análisis psicológicos, antropológicos y sociológicos de los niños criados “ilegalmente” por parejas del mismo sexo. En este momento no se sabe si una pareja homosexual es apta para ayudar a la formación de un niño. Por otro lado a los colombianos nos falta mucha tolerancia, no podemos seguir discriminando gente por el hecho de su orientación sexual, su raza o su opinión política; cuando hablo de raza no refiero a la discriminación de los blancos a los negros, pues considero que muchas veces los negros son más racistas que los nazis. ¿Dónde queda el artículo 13 de la constitución política de Colombia? En el papel en eso queda, en Colombia nos acostumbramos a ser leguleyos, a vivir orgullosos de conocer una ley y que en ella se consagren ciertos derechos, cuando en la vida real pasamos por encima de los demás, nos acostumbramos a creernos más que los demás. En este país y de pronto en el resto del mundo hay que aprender a creer (con fe) en la igualdad en medio de tanta desigualdad.

Los políticos, los religiosos, los estudiantes, los científicos, los homosexuales, los negros, los blancos, etc... Todos están en igualdad de condiciones, todos tienen algo en común, son personas, personas que como ustedes y como yo no merecen ser tratados de esa forma, luchemos entonces por buscar la igualdad en la injusticia.

Jorge Villalobos

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