jueves, 20 de junio de 2013


Un minuto de silencio por las victimas


Yo no creo ser el único colombiano que no se siente representado por el grupo de orangutanes, mal llamados congresistas, sin desmeritar a dichos animales; en la última semana han aprobado cuanto proyecto de ley existe en trámite. El último proyecto que aprobaron los “honorables” congresistas  obedece a la ley estatutaria que reglamenta el fuero penal militar. Aquella ley ha sido promovida por el gobierno nacional en cabeza del ministro de justicia, el señor Juan Carlos Pinzón, que de justo no tiene nada; así mismo esta ley fue critica por organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y Human Rights Watch, por considerarlo violatorio del derecho internacional humanitario y un marco para impunidad. 
De ningún modo se puede creer la idea de tener una justicia especial para un grupo de personas, en este caso las fuerzas militares, es como si creáramos una rama judicial para zapateros o para taxistas, para juzgar los delitos que comentan en el ejercicio de su profesión. Un militar debe ser castigado de la misma forma que un civil por la sencilla razón de que estamos en un Estado social de derecho, el cual establece las mismas condiciones para toda la población. Como dice el dicho popular: “entre bomberos no se pisan la manguera”, es claro que si un militar va a juzgar al otro, lo juzga de acuerdo a sus ideas, no es justo y mucho menos busca la igualdad; se ve reflejado como una solo institución hace las veces de imputado, victima, fiscal y juez, esto es inaudito.

En una de las tantas entrevistas el Ministro de Justicia dijo: “este cambio a la fuero militar significa seguridad jurídica y cero impunidad”. Juan Carlos Pinzón tiene toda la razón el cambio busca seguridad jurídica pero para los victimarios de delitos graves, pero en cambio la victima tiene la incertidumbre de saber si de verdad el juez militar es justo, si de casualidad no es amigo del victimario o busca proteger a la institución que le para comer. El ministro debería dejar de preocuparse por los militares y comenzar a solucionar el caos que hay en la justicia ordinaria por gastar el presupuesto matando guerrilleros.

Lo más preocupante del adefesio de ley es el concepto de “blanco legítimo”, la cual básicamente es la facultad que se le da a los militares de asesinar civiles, simplemente porque ejercen actos violentos, pero lo que pasa es que un acto violento va desde un rasguño hasta una agresión con arma de fuego. Ahora le pregunto al señor injusto: ministro que seguridad jurídica tengo yo cuando tengo la zozobra de saber que si un militar quiere me asesina sin ninguna repercusión.  


Es doloroso que aquellos seres vestidos de camuflado pueden cometer cualquier cantidad de delitos sin ser juzgados con justicia. Es increíble como esa institución o sus hombres han asesinado, violado, desaparecido, desplazado, robado, agredido, traficado, estafado y defraudado en todo el territorio colombiano se les premie con ese fuero, cuando deberían ser un ejemplo para todos los ciudadanos. Un minuto de silencio por las victimas porque justicia ya no se puede. 

Jorge villalobos