Un minuto de silencio por las victimas
Yo no creo ser el único
colombiano que no se siente representado por el grupo de orangutanes, mal
llamados congresistas, sin desmeritar a dichos animales; en la última semana
han aprobado cuanto proyecto de ley existe en trámite. El último proyecto que
aprobaron los “honorables” congresistas obedece a la ley estatutaria que reglamenta el
fuero penal militar. Aquella ley ha sido promovida por el gobierno nacional en
cabeza del ministro de justicia, el señor Juan Carlos Pinzón, que de justo no
tiene nada; así mismo esta ley fue critica por organizaciones internacionales
como las Naciones Unidas y Human Rights Watch, por considerarlo violatorio del
derecho internacional humanitario y un marco para impunidad.
De ningún modo se puede
creer la idea de tener una justicia especial para un grupo de personas, en este
caso las fuerzas militares, es como si creáramos una rama judicial para
zapateros o para taxistas, para juzgar los delitos que comentan en el ejercicio
de su profesión. Un militar debe ser castigado de la misma forma que un civil
por la sencilla razón de que estamos en un Estado social de derecho, el cual
establece las mismas condiciones para toda la población. Como dice el dicho
popular: “entre bomberos no se pisan la manguera”, es claro que si un militar
va a juzgar al otro, lo juzga de acuerdo a sus ideas, no es justo y mucho menos
busca la igualdad; se ve reflejado como una solo institución hace las veces de
imputado, victima, fiscal y juez, esto es inaudito.
En una de las tantas
entrevistas el Ministro de Justicia dijo: “este cambio a la fuero militar significa
seguridad jurídica y cero impunidad”. Juan Carlos Pinzón tiene toda la razón el
cambio busca seguridad jurídica pero para los victimarios de delitos graves,
pero en cambio la victima tiene la incertidumbre de saber si de verdad el juez
militar es justo, si de casualidad no es amigo del victimario o busca proteger
a la institución que le para comer. El ministro debería dejar de preocuparse
por los militares y comenzar a solucionar el caos que hay en la justicia
ordinaria por gastar el presupuesto matando guerrilleros.
Lo más preocupante del
adefesio de ley es el concepto de “blanco legítimo”, la cual básicamente es la
facultad que se le da a los militares de asesinar civiles, simplemente porque
ejercen actos violentos, pero lo que pasa es que un acto violento va desde un
rasguño hasta una agresión con arma de fuego. Ahora le pregunto al señor
injusto: ministro que seguridad jurídica tengo yo cuando tengo la zozobra de
saber que si un militar quiere me asesina sin ninguna repercusión.
Es doloroso que aquellos
seres vestidos de camuflado pueden cometer cualquier cantidad de delitos sin
ser juzgados con justicia. Es increíble como esa institución o sus hombres han
asesinado, violado, desaparecido, desplazado, robado, agredido, traficado,
estafado y defraudado en todo el territorio colombiano se les premie con ese
fuero, cuando deberían ser un ejemplo para todos los ciudadanos. Un minuto de
silencio por las victimas porque justicia ya no se puede.
Jorge villalobos