miércoles, 24 de octubre de 2012


Globalización y derecho o autodeterminación de los pueblos

Cuando se habla de globalización y derecho, se entiende por globalización al  proceso de desnacionalización de los mercados, las leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos por el bien común. En este contexto se analizara la globalización en contraste con la autodeterminación de los pueblos. La  autodeterminación de los pueblos consiste en el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de igualdad; este derecho ha sido planteado en documentos como la carta de la ONU y varios tratados internacionales sobre derechos humanos.

La globalización como proceso de integración tiende a integrar tanto economías como culturas, de allí es de donde nace el derecho a la autodeterminación de los pueblos en el contexto de la protección de la cultura de cada uno de los Estados. Con la internacionalización de los mercados se crea una forma regular dichos procesos dentro del contexto internacional, puesto que no es posible manejarlo con un derecho interno. En cuanto a las leyes se establecen comunidades de Estados que adoptan tratados internacionales, los más comunes son los que contienen normas sobre derechos humanos. De allí nace el sistema interamericano de derechos humanos, en un contexto regional, es decir en América. En relación con los mercados y las leyes los Estados crean tratados de libre comercio, sobre lo cual se trata de mejorar la economía de cada Estado con base en los beneficios arancelarios.
 La política es el más mezquino de los comercios, en la actualidad parece que los Estados Unidos gobiernan América, es más el señor Obama no es el presidente de su país es el presidente de América. No se por qué  los colombianos tenemos la tendencia retrograda de venerar a los estadounidenses como si fueran dioses. Bien lo dijo el maestro, escritor y filósofo colombiano Fernando vallejo, “Colombia es a Estados Unidos, lo que es el choco a Antioquia, el patio trasero dónde sacan a pasear el perro”. Donde está el derecho que tenemos los colombianos de darnos nuestra propia identidad, de gobernar a nuestro modo y de ser nosotros mismos, porque tengo que saber inglés para poder conseguir un trabajo mal pago en Colombia, eso está bien en el exterior, pero en mi país jamás. Fuera de todo esto, como es posible que un militar de otro país, venga a Colombia a instaurar sus bases, eso es una completa violación a la soberanía, eso es creernos incapaces de custodiar nuestro propio territorio.

Desde este punto de vista me pregunto ¿dónde queda el bien común que busca la globalización del derecho? Hay que reconocer que los avances en materia de derechos humanos dentro de la globalización del derecho es uno de los avances más significativos a la hora de proteger a la persona, pero donde quedan los demás derechos como la autodeterminación de los pueblos. Hasta donde se puede permitir el mundo que sigan desapareciendo tribus indígenas, hasta donde nos permitimos abandonar nuestras creencias por acoger otras y hasta donde debemos rescatar algunas costumbres antiguas que se han ido perdiendo.

La autodeterminación de los pueblos implica obligaciones erga omnes para los Estados que han ratificado diferentes tratados internacionales, es posible que el Estado colombiano este incumpliendo dichas obligaciones, ya que está permitiendo el saqueo de nuestras costumbres mediante políticas orientadas a cumplir con un TLC defectuoso.

A continuación voy a citar el preámbulo de la constitución de Bolivia, como base del derecho interno de dicho país. 

PREÁMBULO
En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia.

El pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio, y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado.

Un Estado basado en el respeto e igualdad entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social, donde predomine la búsqueda del vivir bien; con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de esta tierra; en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos.

Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, que integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación de los pueblos.

Nosotros, mujeres y hombres, a través de la Asamblea Constituyente y con el poder originario del pueblo, manifestamos nuestro compromiso con la unidad e integridad del país.
Cumpliendo el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias a Dios, refundamos Bolivia.

Honor y gloria a los mártires de la gesta constituyente y liberadora, que han hecho posible esta nueva historia.


Como se darán cuenta el Estado de Bolivia garantiza desde su constitución la pluralidad de sus pueblos, buscando respetar a cada una de las personas con base en la autodeterminación de los pueblos, Bolivia es un Estado al que no le da miedo hablar de pachamama en un mundo tan tecnológico como el de hoy, es un pueblo al que no le da miedo tratar de fundar s propio gobierno, su propia economía y sobre todo su propia cultura. Desde luego que Bolivia no es el único país que invoca dichos principios en su constitución, tenemos el caso de ecuador, el cual reconoce sus raíces y aún tienen palabras indígenas, esas mismas palabras que se escribieron y se hablaron en nuestro país.

No sé si mis palabras de las lleva el tiempo, no sé si parezco anticuado, lo único que sé es que yo no quiero convertirme en una combinación de culturas, no quiero que mis compatriotas adoptan formas de vida de uno y otro lado. Rescatemos la identidad colombiana que perdimos hace más de 500 años y sobre todo jamás vuelvan a venerar a un extranjero es tan humano como ustedes y yo.

“El problema de los colombianos es que no tenemos una conciencia colectiva. Tenemos una posición cómoda e individual ante la vida”, Jaime Garzón

Jorge Villalobos
             

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