La igualdad en la injusticia
Hace
un tiempo estuve presente en un debate
sobre la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, en su momento no
quise opinar sobre el tema, ahora que ha pasado el tiempo considero que es hora
de escribir, tal vez no sobre el tema en concreto, pero si sobre el
homosexualismo y la desigualdad. En el día de hoy se le dio la negativa al
proyecto de ley sobre el mal llamado “matrimonio gay”, impulsado por el senador
Benedetti, en el senado de la república se fundamentó la decisión en que como
se propuso matrimonio esto daría lugar a la adopción de niños por parte de
dichas parejas. Es un tanto irónico hablar de la adopción en estos términos, si
en Colombia no se respeta aún la unión conyugal de dos hombres o dos mujeres;
es increíble como en Colombia los sacerdotes se oponen a este tipos de
iniciativas y ni siquiera aparecen en la reforma a la salud o la caída reforma
a la educación superior, la iglesia católica en Colombia no es más que una meretriz
engañosa al servicio del mejor postor, aquella maquina retrograda que niega
derechos a cambio de continuar con su imperio económico, aquella que soborna
senadores para cumplir con sus ideas retrogradas, aquella que tiene su más fiel devoto en la procuraduría general de la nación;
ese simio burócrata de Alejandro Ordoñez no es más que un tropiezo para el
avance de la sociedad colombiana. Por personas como el obispo, el procurador y
uno que otro sacerdote este país sigue pensando que la homosexualidad es una
enfermedad del demonio, la cual hay que erradicar a todo costa.
Para
que en este país se dé un verdadero debate sobre el tema en cuestión hay que
eliminar cualquier rastro religioso, ya que este no es más que una piedra en el
zapato para un debate académico. Yo no escribo para defender a la comunidad
LGBT simplemente abogo por la eliminación de cualquier forma de desigualdad. El
debate es amplio en cuanto a la adopción, puesto que la misma involucra el
futuro de un nuevo ser humano, mientras que el matrimonio o la sociedad
conyugal como la quiera llamar el honorable congreso de la república no tienes
puntos de discusión puesto que esta solo involucra a dos personas conscientes
de su orientación sexual.
En
términos de la adopción es necesario que en Colombia se haga un estudio del
tema con calidad y objetividad, en ese sentido ese estudio debe estar compuesto
por análisis psicológicos, antropológicos y sociológicos de los niños criados “ilegalmente”
por parejas del mismo sexo. En este momento no se sabe si una pareja homosexual
es apta para ayudar a la formación de un niño. Por otro lado a los colombianos
nos falta mucha tolerancia, no podemos seguir discriminando gente por el hecho
de su orientación sexual, su raza o su opinión política; cuando hablo de raza
no refiero a la discriminación de los blancos a los negros, pues considero que
muchas veces los negros son más racistas que los nazis. ¿Dónde queda el artículo
13 de la constitución política de Colombia? En el papel en eso queda, en Colombia
nos acostumbramos a ser leguleyos, a vivir orgullosos de conocer una ley y que
en ella se consagren ciertos derechos, cuando en la vida real pasamos por
encima de los demás, nos acostumbramos a creernos más que los demás. En este país
y de pronto en el resto del mundo hay que aprender a creer (con fe) en la
igualdad en medio de tanta desigualdad.
Los
políticos, los religiosos, los estudiantes, los científicos, los homosexuales,
los negros, los blancos, etc... Todos están en igualdad de condiciones, todos
tienen algo en común, son personas, personas que como ustedes y como yo no merecen
ser tratados de esa forma, luchemos entonces por buscar la igualdad en la
injusticia.
Jorge Villalobos